La reacción adversa entre el alergeno alimentario y el sistema inmune produce varios síntomas alérgicos. La alergia a la lechuga no es común pero ocurre. Las alergias alimentarias como las nueces, los huevos y los mariscos son bien conocidas y un gran porcentaje de los estadounidenses son hipersensibles a ellas.

Nota: Tan pronto como vea síntomas anormales después de comer lechuga, consulte al médico de inmediato.

Rico en vitaminas y minerales en lechuga mejora el funcionamiento saludable de la piel, el cabello y el cuerpo en general. Sin embargo, puede desencadenar una reacción alérgica en personas sensibles.

Causas

La lechuga romana está repleta de una rica concentración de nutrientes. Beneficios como la pérdida de peso, el funcionamiento saludable del corazón y el tratamiento del insomnio. Las bajas calorías en este alimento vegetal tienen abundantes nutrientes beneficiosos para su cuerpo.

Pero desafortunadamente en pocas personas estas proteínas variadas desencadenan reacciones alérgicas.

Un estudio afirma que se detectan cuatro alérgenos en la lechuga, que exhibe actividad de unión a IgE. Se prueban varias variedades de lechuga y se encuentran proteínas similares que pueden estimular la reacción alérgica.

La proteína inofensiva equivocada del sistema inmunitario tiene una amenaza y libera anticuerpos IgE para detectarlos, lo que a su vez indica que produce histaminas. Por lo tanto, la reacción entre sustancias extrañas e histaminas conduce a síntomas alérgicos.

En 2009, un estudio mostró que una persona con alergia a la lechuga detectó la proteína LAC S-1 como alérgeno para desencadenar la reacción. Su alergólogo realizará una prueba de inmunoensayo para confirmar el alergeno.

Síntomas

Los síntomas incluyen:

  • Erupciones en la piel
  • Hinchazón de labios, boca y cara.
  • Urticaria
  • Picor
  • Nariz que moquea
  • Dolor en los ojos
  • Problemas digestivos
  • Hinchazón de la garganta
  • Anafilaxia

La inyección de adrenalina se administrará en una situación potencialmente mortal y el aspecto vital del tratamiento de la alergia a la lechuga es evitar el contacto y el consumo de hojas de lechuga.

La reacción puede desencadenarse incluso si inhala vapor de lechuga para cocinar o cuando los contacta. En caso de síntomas leves, modificar su dieta ayudará a aliviar la reacción alérgica. Si es necesario, se recetará antihistamínico para combatir la histamina.

Diagnóstico y Tratamiento

Consulte al médico o alergólogo para el diagnóstico. Después de realizar la prueba requerida, como la prueba de punción cutánea y otras pruebas respiratorias relacionadas, se determinará el alergeno.

Si no experimentaste una reacción alérgica después del primer uso de lechuga, no significa que estés a salvo. Cuando las proteínas de este alimento vegetal reaccionan con el sistema inmunitario, es posible que no note ningún síntoma. Pero, cuando se ingieren repetidamente proteínas, se liberan histaminas para desencadenar una reacción alérgica leve a severa.

El período de tiempo puede ser meses, horas o minutos, dependiendo de la persona. Tan pronto como vea cualquier signo anormal, deje de consumir lechuga o cualquier otro alimento que dude para desencadenar la reacción y comunicarse con el alergólogo.

Incluso en el futuro para evitar los síntomas de alergia a la lechuga, debe dejar de usar este alimento vegetal. También los productos que incorporan sus hojas o jugo deben ser refrenados. Además de la lechuga, los alimentos que tienen una estructura proteica similar pueden desencadenar una reacción alérgica.

Intolerancia a la lechuga

La intolerancia a la lechuga no es lo mismo que la alergia a la lechuga. Son dos condiciones diferentes que pueden tener diferentes mecanismos y síntomas.

La intolerancia a la lechuga se refiere a la incapacidad del cuerpo para digerir o procesar adecuadamente la lechuga. Puede ser causada por problemas enzimáticos o dificultades para descomponer ciertos componentes de la lechuga, como los azúcares o las fibras. Los síntomas de la intolerancia a la lechuga suelen estar relacionados con el sistema digestivo, como malestar abdominal, hinchazón, gases o diarrea. A diferencia de una alergia, la intolerancia a la lechuga no está mediada por el sistema inmunológico y generalmente no desencadena una respuesta alérgica grave.

Por otro lado, la alergia a la lechuga es una reacción del sistema inmunológico a las proteínas presentes en la lechuga. Cuando una persona alérgica a la lechuga entra en contacto con estas proteínas, el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada y desencadena síntomas alérgicos

FUENTES