¿Cuántas horas de sueño realmente necesitas?

Mujer durmiendo

Dormir es absolutamente esencial para tu salud. Sin embargo, cuando no tienes tiempo, a menudo es lo primero que se descuida o se sacrifica. Dormir bien es tan vital para la buena salud como comer alimentos saludables o hacer suficiente ejercicio.

Es fundamental para la buena salud

Dormir es más que un tiempo para que tu cuerpo y tu mente descansen. De hecho, mientras duermes, tu cuerpo trabaja duro.

Durante este tiempo, su cuerpo reconstruye los músculos que ha desgastado durante el día y elimina las placas dañinas y los desechos que se producen en el cerebro. Estos son procesos vitales que mantienen su mente y su cuerpo funcionando correctamente.

No priorizarlo tiene consecuencias negativas para la salud

Se estima que casi un tercio de los adultos y dos tercios de los estudiantes de secundaria no duermen lo suficiente cada noche.

Desafortunadamente, no dormir lo suficiente de buena calidad puede causar mucho más daño que simplemente sentirse cansado.

No dormir lo suficiente está relacionado con muchos efectos negativos, entre los que se incluyen la falta de atención y la toma de decisiones, y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, obesidad, diabetes y Alzheimer.

La cantidad de sueño que necesitas depende de varias cosas

Cada individuo tiene necesidades y preferencias únicas, y la respuesta a la cantidad de sueño que necesita no es diferente.

Sin embargo, la cantidad de sueño que necesita por noche está determinada en gran medida por su edad.

Las recomendaciones oficiales para la duración del sueño se desglosan por grupos de edad.

Adultos mayores (65+): 7–8 horas
Adultos (18–64 años): 7–9 horas
Adolescentes (14–17 años): 8–10 horas.
Escolares (6–13 años): 9–11 horas.
Niños en edad preescolar (3–5 años): 10–13 horas
Niños pequeños (1–2 años): 11–14 horas
Infantes (4-11 meses): 12-15 horas.
Recién nacidos (0–3 meses): 14–17 horas

Sin embargo, algunas personas pueden necesitar dormir más o menos de lo que generalmente se recomienda, dependiendo de la genética de cada persona y de su calidad de sueño.